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Cómo afrontar las reuniones familiares navideñas durante tu tratamiento de fertilidad

Reuniones familiares en Navidad, momentos de celebracion o un mal trago
Reuniones familiares en Navidad y tratamiento de fertilidad

Así viven estas fechas las parejas que están en tratamiento de fertilidad

En la actualidad, la reproducción asistida forma parte de la realidad reproductiva de muchas familias. De hecho, se estima que alrededor del 10 % de los bebés nacen gracias a tratamientos de fertilidad, una cifra que refleja no solo los avances médicos, sino también la normalización de procesos que, aunque cada vez más frecuentes, siguen viviendo en silencio muchas personas.

Detrás de estos tratamientos hay historias de espera, incertidumbre, esperanza y una intensa carga emocional que rara vez se visibiliza en el día a día.

En Navidad, ese silencio se nota más.

Cuando todo alrededor celebra, muchas personas viven su proceso con una mezcla de esperanza, cansancio y una sensibilidad a flor de piel si se está buscando el embarazo.

Cuando la Navidad se vuelve emocionalmente compleja

Este silencio se hace especialmente evidente durante las reuniones familiares navideñas, un momento del año tradicionalmente asociado a la celebración, los reencuentros y la idea de familia. Para las parejas que están inmersas en un tratamiento de fertilidad, estas fechas pueden convertirse en un escenario emocionalmente complejo, donde preguntas aparentemente inocentes, comentarios bienintencionados o expectativas no expresadas pueden generar malestar, tristeza o sensación de incomprensión.

A partir de esta realidad, es importante reflexionar sobre cómo se viven las fiestas navideñas cuando el deseo de ser madre o padre está atravesado por un proceso médico y emocional exigente, y cómo podemos acompañar con mayor sensibilidad a quienes se encuentran en este camino.

Consejos prácticos para las parejas que están en tratamiento y afrontan cenas y reuniones navideñas

  • Permitir elegir dónde estar. No es obligatorio asistir a todos los eventos; retirarse antes también es una opción válida y saludable.
  • Preparar una respuesta breve para esquivar preguntas incómodas sin entrar en detalles.
    “Estamos en un proceso médico y preferimos llevarlo en privado. Gracias por entenderlo”.
  • Pactar en pareja cómo actuar. Definir señales, tiempos y límites que ayuden a anticipar situaciones y reducir la ansiedad.
  • Evitar justificarse constantemente. No es necesario explicar ni detallar la situación reproductiva.
  • Cuidar el cuerpo según la fase del tratamiento. Por ejemplo: moderar alcohol en estimulación, priorizar descanso, escuchar el ritmo del cuerpo.
  • Buscar momentos de pausa. Respirar, caminar o desconectar unos minutos puede ayudar a resetear.
  • Cambiar de tema sin culpa. No eres responsable del clima emocional de todo el grupo.
  • Rodearse de personas seguras. Si es posible, ubícate cerca de alguien que te aporte calma y respeto.

Comentarios que suelen herir (y por qué conviene evitarlos)

Algunas frases habituales durante estas fechas pueden resultar especialmente dolorosas:

“Relájate y verás cómo pasa”, “cuando lo dejes de buscar, llegará”, “aún sois jóvenes”, “podríais adoptar”, “conozco a alguien que se embarazó después de…”, “todo pasa por algo”

Aunque sean bienintencionados, estos mensajes tienden a minimizar la complejidad del proceso, a responsabilizar a la persona de algo que no controla y a invalidar su experiencia emocional.

Pautas para acompañar a alguien que está en tratamiento

Acompañar no significa preguntar ni aconsejar constantemente. A veces, lo más valioso es sostener sin invadir.

  • Acompañar sin invadir.
  • Hablar desde el respeto: “Estoy aquí si quieres compartirlo, pero no necesitas contarlo si no te apetece”.
  • Evitar consejos no solicitados.
  • Validar emociones sin juzgar: “Tiene sentido que te sientas así”.
  • No minimizar dificultades ni ofrecer soluciones simplistas.
  • Preguntar qué necesita la persona: apoyo práctico, silencio, compañía o simplemente cambiar de tema.
  • Evitar comentarios que responsabilicen al cuerpo o a la actitud.
  • Usar lenguaje neutral, sin presuponer tiempos, resultados ni expectativas.

Acompañar es estar disponible, no dirigir.

La importancia de la atención psicológica individualizada

Todas estas recomendaciones pueden ayudar a atravesar las reuniones familiares con algo más de calma, pero no siempre son suficientes ni válidas para todas las personas. Cada mujer y cada pareja vive el proceso de fertilidad de forma distinta, y lo que resulta útil para unas puede no serlo para otras.

Por ello, el acompañamiento psicológico especializado cobra un papel clave. No se trata de aplicar recetas universales, sino de ofrecer un espacio seguro de comprensión, validación y descarga emocional, adaptado a la historia personal, la fase del tratamiento y el momento vital de cada persona.

Contar con este tipo de apoyo permite transitar el proceso de una manera más llevadera, con mayores recursos emocionales y una menor sensación de culpa o exigencia.


Una Navidad más inclusiva, con más empatía

En definitiva, la Navidad debería ser una época de inclusión y empatía, donde todas las personas, independientemente de su situación familiar, se sientan valoradas y respetadas.

Si en tu entorno hay una pareja atravesando este proceso, la mejor forma de acompañarla es desde el respeto, la escucha y la sensibilidad, sin imponer expectativas ni minimizar su vivencia. A veces, reducir la presión y ofrecer una presencia cálida y sincera es el mayor gesto de apoyo.

Acompañamiento psicológico especializado en fertilidad

En Tambre contamos con acompañamiento psicológico especializado para ayudarte a transitar este proceso con más calma, recursos y claridad.

Raquel Urteaga