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El virus del papiloma humano (VPH) es un virus comúnmente transmitido por vía sexual. Existen más de 100 tipos y según su riesgo de producir cáncer de cuello uterino se clasifican en VPH de alto riesgo y bajo riesgo. El VPH es causante de alteraciones en la citología cervical en las mujeres y de condilomas en genitales de ambos sexos, la mayoría de ellas sin consecuencias a largo plazo.
Tanto mujeres como hombres pueden ser afectados por este virus. Si te lo han diagnosticado, no te preocupes, es muy común y se estima que más del 80% de la población sexualmente activa tendrá infección por VPH en algún momento de su vida. La mayoría de las personas afectadas son jóvenes y su frecuencia disminuye con la edad.
El contagio es en su mayoría por vía sexual pero también se puede contraer al tener contacto con objetos infectados o de madre a hijo durante el parto.
El VPH es diagnosticado con bastante frecuencia al hacer una citología de rutina, pero también existen pruebas para mujeres y hombres con finalidad de detectarlo. La mayoría de las veces la infección tiene una resolución espontanea, pero en otros casos puede persistir. Una vez que se detecta se requiere vigilancia estrecha para prevenir su evolución.
¿Afecta mi fertilidad?
En el caso de los varones el impacto del VPH en la fertilidad es controvertido, los últimos estudios observan una disminución en la calidad del semen pero otros estudios no han podido encontrar resultados similares. En las mujeres la información encontrada por múltiples estudios tiene resultados poco claros en los cuales no se ha comprobado que el VPH por si solo afecte la fertilidad.
El rol del VPH en los tratamientos de reproducción asistida no está definido, creemos que no tiene efectos positivos pero tampoco está claro que tenga una repercusión negativa en los resultados.
Con relativa frecuencia el VPH se puede acompañar de otras infecciones de transmisión sexual como chlamydia y herpes. La infección por chlamydia puede producir alteraciones en el funcionamiento y estructura de las trompas y de esta forma afectar la fertilidad. Estas infecciones junto con el VPH pueden ser transmitidas durante el parto, por lo cual según la situación se debe de pautar un manejo adecuado para evitarlo.
¿Qué puedo hacer si lo tengo?
En el 90% de las pacientes la infección por el VPH desaparece espontáneamente en 2 años, en el resto puede persistir por más tiempo. El control con tu ginecólogo será fundamental para prevenir alguna complicación.
La dieta equilibrada, el ejercicio regular y la disminución en el consumo de alcohol y tabaco han demostrado ser útiles para lograr su resolución en menor tiempo. La vacunación contra el VPH en hombre y mujeres nos puede ayudar a disminuir la tasa de infección.
En el caso de hacer algún tratamiento de reproducción asistida en Clínica Tambre, tu médico te indicará en tu caso particular la pauta a seguir para obtener los mejores resultados y te apoyará siempre médica y emocionalmente.