Aunque su nombre resulte prácticamente impronunciable, la histerosonosalpingografía (HSSG) es una técnica muy utilizada en Reproducción Asistida. Se trata de una ecografía que permite mostrar posibles anomalías tanto en la forma (morfología) como en el funcionamiento (fisiología) del útero y de las trompas de Falopio. A través de esta técnica, el ginecólogo podrá descubrir, entre otras cuestiones, si la causa de nuestra infertilidad tiene que ver con una obstrucción o daño en las trompas o en la cavidad uterina.
En las trompas de Falipio es el sitio donde normalmente ocurre la fecundación (la unión del óvulo y el espermatozoide). De ahí que sea fundamental que se encuentren en buenas condiciones. Estas deben ser permeables (no presentar obstrucciones) y tener una buena movilidad para que, mediante movimientos de succión, capten al ovocito de la cavidad peritoneal una vez ovulado y le ayuden a encontrarse con el espermatozoide.
Sin embargo, las trompas de Falopio son unos conductos muy finos y delicados que pueden dañarse u obstruirse. Esto impide que el espermatozoide alcance el óvulo o que el óvulo fertilizado se desplace desde el ovario hasta el útero para implantarse. De hecho, las anomalías en las trompas de Falopio son responsables del 25-40% de la infertilidad femenina.
En relación a la cavidad uterina, la histerosonosalpingografía permitiría observar la situación y la posición del útero, la presencia de quistes, miomas, tumores o dispositivos extrauterinos extraviados, entre otros aspectos.
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¿Cómo se diagnostica la obstrucción o daño en las Trompas?
Para comprobar la permeabilidad de las trompas (que no se encuentren obstruidas) existe una prueba radiológica que se denomina histerosalpingografía (HSG). Consiste en un examen de rayos X (radiografía) en el que se administra un material de contraste a través del cuello uterino. Esto nos ayudará a conocer si tanto la cavidad uterina como las trompas se encuentran libres de obstáculos o, por el contrario, existen obstrucciones tubáricas o masas uterinas (pólipos, miomas o incluso adherencias intrauterinas).
Una alternativa a esta técnica es la histerosonosalpingografía. Entre sus ventajas con respecto a la anterior destaca que evita la irradiación. Es una prueba sencilla de realizar y económica, en la que se reducen considerablemente las molestias y que se puede realizar con total seguridad en pacientes alérgicas a contrastes. Comparado histerosalpingografía, esta técnica conlleva menos riesgos. Solo se han referido riesgo de infección (enfermedad inflamatoria pélvica) y riesgo de reacción vagal por la manipulación del cuello uterino.
¿Cómo se realiza una histerosonosalpingografía?
Realizar una histerosonosalpingografía es un proceso sencillo y ambulatorio que requiere la misma preparación que una ecografía. En Clínica Tambre empleamos ExEm Foam Kit para realizarla. Los pasos que siguen nuestros ginecólogos son los siguientes:
- Se procede a situar un espéculo con apertura lateral en la vagina. Esto permite localizar el cuello del útero. A continuación, se desinfecta con un antiséptico (betadina vaginal o cloherxidina).
- Se introduce una cánula (catéter) a través del orificio cervical en la cavidad uterina y se retira el espéculo.
- Se introduce en la vagina una sonda de ecografía transvaginal. A través de la cánula que está dentro del útero se inyecta lentamente un gel foam fluido blanquecino (gel ExEm® con agua purificada) lo suficientemente estable y fluido como para mostrar una imagen nítida en la ecografía de los tubos.
- Se visualiza por ecografía el paso de dicha solución o gel desde la cavidad uterina hasta las trompas, así como se constata el paso de dicho gel o solución desde las trompas hacia la cavidad abdominal. En caso de obstrucción de trompas, no podría verse dicho paso del liquido a la cavidad abdominal.
Consulta con tu especialista cuáles son tus opciones para conseguir un embarazo si padeces obstrucción de trompas.