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¿Podría tu microbiota estar influyendo en tu capacidad para concebir? Cada vez más estudios revelan que los billones de microorganismos que habitan en el cuerpo -especialmente en el intestino, la vagina y el endometrio- pueden afectar a la salud reproductiva. Pero, ¿cómo afecta exactamente la microbiota a la fertilidad? ¿Puede una alteración en este delicado ecosistema bacteriano dificultar el embarazo natural o el éxito de los tratamientos de reproducción asistida?
En este artículo, te explicamos cuál es la relación entre microbiota y fertilidad, analizando cómo la disbiosis intestinal y vaginal puede afectar a la concepción y qué estrategias pueden ayudar a reequilibrar tu microbioma para mejorar tus posibilidades reproductivas.
¿Qué es la microbiota y por qué es tan importante?
Antes de explicar la relación entre microbiota y fertilidad, conviene entender que la microbiota es el conjunto de microorganismos (principalmente bacterias y hongos) que habitan de forma natural en distintas zonas de nuestro cuerpo, como el intestino, la boca, la piel, la vagina o el útero. Aunque tradicionalmente se ha asociado con la digestión, hoy sabemos que la microbiota también participa en otros procesos esenciales:
- Regula el sistema inmunológico
- Interviene en la producción y metabolismo de hormonas
- Protege contra infecciones
- Influye en la absorción de nutrientes esenciales
La estrecha relación entre microbiota y fertilidad
En los últimos años, la comunidad científica ha descubierto que la microbiota influye en la fertilidad más de lo que se pensaba; y ya estamos empezando a entender cómo la microbiota del tracto reproductivo también puede influir en la calidad de los gametos, en la receptividad endometrial e incluso en la implantación embrionaria.
Concretamente, las investigaciones apuntan a que un desequilibrio en la composición de estas bacterias —lo que se conoce como disbiosis intestinal o vaginal— podría estar relacionado con infertilidad inexplicada, fallos de implantación o abortos recurrentes.
Cómo influye la microbiota en la concepción
En el contexto de fertilidad, actualmente se están estudiando tres tipos de microbiota especialmente relevantes en la concepción:
1-Microbiota vaginal
Es la primera barrera natural, ya que protege el aparato reproductor femenino frente a microorganismos patógenos. Esta microbiota está dominada por especies de Lactobacillus (L. crispatus, L. jensenii, L. gasseri), y se encarga de mantener un pH ácido que previene determinadas infecciones, muchas de las cuales pueden afectar a la fertilidad si alcanzan las trompas o el endometrio. En definitiva, la microbiota vaginal ayuda a crear un ambiente favorable para la concepción.
2-Microbiota endometrial
Aunque durante muchos años se pensó que el endometrio es un órgano estéril, hoy sabemos que esta capa interna de un útero sano, donde se produce la implantación del embrión, contiene bacterias no patógenas, virus, y otros microorganismos conocidos en su conjunto como microbiota endometrial.
Estudios recientes sugieren que un microbioma endometrial equilibrado es crucial para la implantación correcta del embrión [1]. En cambio, cuando hay disbiosis en el endometrio, es posible que proliferen algunas bacterias patógenas que pueden causar infertilidad. Es el caso de las bacterias que causan enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea o Chlamydia trachomatis, así como algunas especies como la Mycobacterium tuberculosis, causante de la tuberculosis genital.
Diferentes estudios también han mostrado que las mujeres con una flora dominante en lactobacilos en la cavidad uterina presentan mejores tasas de implantación, gestación y recién nacido vivo, en comparación con el grupo de mujeres que presentan una población de lactobacilos baja. Por tanto, si predominan bacterias distintas a los Lactobacillus en el endometrio, las probabilidades de embarazo tras un tratamiento de reproducción pueden disminuir significativamente.
3-Microbiota intestinal
La microbiota intestinal es la comunidad de microorganismos vivos (principalmente bacterias, pero también virus, hongos y otros microbios) que habitan en tu tracto digestivo, especialmente en el intestino grueso. Este complejo ecosistema, que puede pesar hasta 2 kg en un adulto, contiene más de 100 billones de microorganismos pertenecientes a cientos de especies diferentes. Este sofisticado mundo microbiano mantiene una relación simbiótica con nuestro organismo, y su equilibrio es fundamental no solo para mantener una buena salud digestiva, metabólica e inmunológica, sino también reproductiva.
Efectos de la disbiosis intestinal en la salud reproductiva
Cuando se da una disbiosis (o desequilibrio) en la microbiota del intestino, esta situación también puede llegar a afectar a la ovulación, a la calidad ovocitaria y a la receptividad endometrial.
Un ejemplo es la bacteria Helicobacter pylori, que reside en el estómago y está asociada con problemas digestivos como gastritis y úlceras. Estudios recientes sugieren que infecciones por esta bacteria pueden afectar el equilibrio hormonal y alterar la salud general del sistema reproductivo, incrementando el riesgo de infertilidad. Concretamente, la calidad del esperma en hombres infectados por cepas de H. pylori se ve reducida. Y las mujeres infectadas presentan anticuerpos específicos en el moco cervical, que disminuyen la motilidad espermática, así como en los líquidos foliculares, que pueden presentar una reacción cruzada con los espermatozoides [2].
Además, un desequilibrio en la microbiota intestinal puede contribuir a que también exista disbiosis en el sistema reproductivo. De ahí la importancia de mantener una microbiota intestinal sana para optimizar la salud reproductiva.
Pero la relación entre microbiota y fertilidad no solo se da en mujeres. Estudios recientes también indican que la disbiosis intestinal en hombres puede afectar a la calidad espermática, debido al aumento del estrés oxidativo [3].
Estrategias para mejorar la microbiota y la fertilidad
Para conseguir una microbiota equilibrada antes de un tratamiento de reproducción asistida, podemos seguir estos sencillos consejos:
- Sigue una alimentación rica en fibra, antioxidantes y grasas saludables. Además, puedes incluir alimentos ricos en probióticos, como el yogur, el kéfir o el chucrut; y en prebióticos, como la fibra vegetal, que alimentan a las bacterias y ayudan a mantener su equilibrio.
- Utiliza suplementos de probióticos, que pueden ser orales o vaginales, con el fin de repoblar la flora con bacterias beneficiosas, especialmente del género Lactobacillus.
- Evita el uso innecesario de antibióticos. Los antibióticos alteran la microbiota intestinal y vaginal. Úsalos solo cuando sea necesario y siempre con receta médica.
- Controla el estrés. Está comprobado que el estrés crónico puede afectar negativamente a la microbiota debido a la conexión del eje intestino-cerebro. El cortisol crónico altera la microbiota intestinal. Por tanto, conviene combatir el estrés con yoga, meditación o terapia.
¿Cuándo es necesario estudiar la microbiota?
Aunque parece que hay una relación clara entre microbiota y fertilidad, lo cierto es que aún es necesario realizar mucha investigación al respecto para poder llegar a una evidencia demostrada. Y, en parte, esto explica por qué el estudio de la microbiota no es una prueba rutinaria que desarrollemos en reproducción asistida al inicio del tratamiento.
No obstante, cuando se dan abortos de repetición o fallos de implantación, el hecho de estudiar la microbiota puede ayudarnos a mejorar el resultado de determinados tratamientos de reproducción asistida, así como despejar dudas cuando existen problemas de esterilidad o infertilidad de origen desconocido.
En Tambre desarrollamos tratamientos totalmente personalizados, y en caso de fracaso (aborto o fallos de implantación) podemos plantear el estudio de la microbiota. En caso de detectar una disbiosis podemos pautar un tratamiento con probióticos que mejore el equilibrio de la microbiota antes de iniciar un nuevo tratamiento de reproducción asistida.
En Tambre sabemos que aún queda mucho por investigar. Trabajamos cada día para integrar los avances científicos más recientes en nuestros tratamientos personalizados de fertilidad, incluyendo el estudio de la microbiota como una herramienta que puede ayudarnos a mejorar los resultados en determinados casos.
¿Aún tienes dudas de cómo afecta la microbiota a la fertilidad? Contacta con nosotros en el 91 411 61 11 y solicita tu primera consulta. En la Clínica Tambre te escuchamos, resolvemos tus dudas y te acompañamos con el respaldo de la ciencia más avanzada y el apoyo de la tecnología más puntera.