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El rol de las enfermeras en reproducción asistida. ¡Entrevistamos a Marta Ruano!

Marta Ruano Enfermeras Tambre

El pasado jueves 12 de mayo se conmemoró el Día Internacional de las Enfermeras, y aunque ya publicamos un pequeño vídeo dedicado a ellas en nuestras redes sociales, no queríamos dejar de destinarles a nuestro gran equipo de enfermeras un espacio en nuestro blog.

Al igual que meses atrás ofrecimos un artículo a la importante función del apoyo emocional dentro de algunos tratamientos de reproducción asistida, hoy hemos hablado con Marta Ruano, coordinadora del equipo de enfermeras, y nos ha contado todo lo que hacen ellas en su día a día ¡No te pierdas esta entrevista!  

 

¿Cómo es el día a día de una enfermera en Tambre?

Marta Ruano: Nuestro día a día es intenso. Nosotras nos dividimos en función de los turnos para que estén cubiertas todas las unidades en las que trabajamos. Hay enfermeras que están en la consulta, otras realizan extracciones de sangre y les explican a las pacientes cómo administrarse en casa cierta medicación, y luego siempre hay una enfermera y una auxiliar en quirófano; que además son las encargadas de atender a la paciente en planta.

 

Cuéntanos un poco acerca del importante papel de las enfermeras en los tratamientos de reproducción asistida

Marta Ruano: Nuestro trabajo es fundamental. Nosotras colaboramos directamente con todos los departamentos para que todo fluya bien. Al final somos un pilar muy importante dentro de lo que es la reproducción en la clínica.

Nosotras coordinamos el tratamiento desde que la paciente viene a la clínica. Nos encargamos de hacer analíticas de sangre, gestionar que los resultados estén a tiempo, nos encargamos también de realizar la educación para la salud (explicando a la paciente cómo tiene que autoadministrarse la medicación), estamos pendientes del quirófano, de la planta, coordinamos en los tratamientos de ovodonación las donantes con las receptoras…o sea, que en definitiva… ¡estamos en todas las etapas!

 

¿Qué dirías que es lo más bonito de tu trabajo?

Marta Ruano: Para mí, lo más bonito es ver cómo las pacientes acaban su proyecto consiguiendo su embarazo. Al final nosotras, como yo siempre digo, trabajamos con pacientes sanas, pero que tienen dificultades para quedarse embarazadas. Si a una enfermera que trabaja en un hospital lo que le satisface es ver que el paciente consigue el alta y se vaya curado; yo lo que quiero aquí es que se queden embarazadas.

También me emociono mucho cuando las pacientes vuelven a Tambre para presentarnos a sus hijos. Me llena ver lo cariñosas que son con nosotras y lo agradecidas que están. Al final tú formas parte de ese éxito y sabes que cuando te dan las gracias, lo dicen de verdad, con el corazón.

 

¿Te influyen a nivel emocional las historias de tus pacientes?

Marta Ruano: Por supuesto, empatizo mucho con ellas y es imposible desvincularse de eso. Al final pasamos muchas horas aquí, compartimos muchos momentos con ellas y las acompañamos en todo el proceso, estableciendo así una conexión especial. Compartimos muchos ratitos en los que les cuentas cosas de tu vida y ellas también lo hacen. Yo me alegro muchísimo cuando consiguen lo que más quieren, cuando consiguen el embarazo. Me alegro de verdad porque me pongo en su lugar y entiendo la emoción que supone.

También me entristece cuando no lo consiguen porque hay casos más complicados, situaciones más difíciles en las que les está costando más y se derrumban, se vienen abajo, y esos ratos en los que estás con ellas pues igual alguna vez se te escapa alguna lagrimilla…es que no lo puedes evitar. Es difícil desconectar.

 

¿Hay alguna anécdota especial que recuerdes con cariño?

Marta Ruano: Anécdotas tengo muchas, pero sí que hay una que quiero compartir que además ocurrió hace poco sobre una paciente que se hizo un tratamiento hace muchos años. Yo llevo 18 años trabajando en la clínica. Esta paciente vino a Tambre en mis primeros años y la recuerdo como una mujer super cariñosa, que siempre que venía a la clínica nos abrazaba a todas. Además, era una paciente que tenía mucha fobia a las extracciones y decía que aquí se lo hacíamos muy bien. Siempre preguntaba o por Maribel o por mí. Y bueno, era una paciente a la que le cogimos mucho cariño, y al final se quedó embarazada.

Hace unas semanas, durante un sábado de guardia, entró una paciente por la puerta de Tambre con un niño de a lo mejor 14 o 15 años y preguntó por mí. Me acerqué a la recepción y como llevamos mascarilla, no la reconocí. Entonces, se la bajó un momento y me dijo: ¿te acuerdas de mí? Me dijo su nombre y le contesté: ¡claro que me acuerdo! ¿cómo me voy a olvidar de ti?

Entonces me dijo: pues mira, este es mi hijo, y yo quería venir a enseñarle de dónde viene, por el proceso por el que pasé para tenerle a él y quería también que os conociera a vosotras, porque formáis parte de todo esto.

El niño era monísimo y super cariñoso; recuerdo el momento con mucha ilusión. Además, al día siguiente se lo conté a Maribel porque la paciente también me preguntó por ella y mi compañera también recordó la historia perfectamente.

 

¿Qué significa para ti ser la responsable de enfermeras en Tambre?

Pues en primer lugar es una responsabilidad muy grande y es un reto diario. Al final mi trabajo consiste en coordinar al equipo para que todo salga bien, para que no haya errores, o que, si ocurre algo o algo sale mal busquemos la solución y que no vuelva a ocurrir.

De todas maneras, tengo que decir que el equipo de enfermería está formado por enfermeras y auxiliares con muchísima experiencia y con muchos años dedicados a la reproducción asistida. Son muy profesionales, unas enfermeras estupendas y hacen que todo sea muy sencillo.

Además, si yo no estoy de turno y hay algún obstáculo, ellas siempre saben perfectamente cómo tienen que proceder. Estoy encantada con ser la responsable de un equipo tan maravilloso. Me gustaría aprovechar esta entrevista para darles las gracias a mis compañeras porque con ellas es mucho más fácil trabajar.

Muchas gracias, Marta por contarnos con humildad y entusiasmo acerca de vuestra bonita labor en Tambre cuidando de los pacientes. Tenemos mucha suerte de contar con un equipo tan implicado y profesional como el que formáis. Seguro que los pacientes piensan lo mismo. ¡Sois geniales, amigas enfermeras!