Actualmente los procedimientos del laboratorio de fecundación in vitro (FIV) nos permiten el desarrollo de los embriones a blastocisto de manera rutinaria. Estos embriones tienen una mayor tasa de implantación que los embriones transferidos en día +2 o día +3, ya que durante su desarrollo se produce la selección de los embriones con mayor viabilidad.
La clasificación de este tipo de embriones es mucho más compleja que la establecida para los embriones en estadío de células, pues hemos de valorar tres parámetros independientes. Así, si hasta ahora valorábamos los embriones con un solo número o una sola letra, ahora lo hacemos con un número y dos letras. El número va a hacer referencia a la expansión del embrión y/o a la presencia o no de eclosión (salida del embrión de la zona pelúcida). Los números pueden variar en función de la clasificación utilizada. En nuestro caso, (clasificación L. Veeck) van desde el 1 (Blastocisto inicial) al 6 (blastocisto totalmente eclosionados es decir, totalmente fuera de la zona pelúcida). Generalmente los embriones transferidos suelen tener un grado de expansión del 2 al 4, desde blastocistos que empiezan a aumentar de tamaño y por tanto se observa un adelgazamiento de la zona pelúcida, a embriones que inician su eclosión.
Después del número figura una primera letra (siempre representada en mayúscula), que va a indicar la presencia o no, así como la compactación de la masa celular interna (la que dará lugar al embrión) y va de la A a la D. La aparición de una masa celular fácilmente reconocible y compacta se representa con las letras A o B (masa de buena calidad, dependerá de su compactación para dar una u otra letra), con la letra C se representa que la masa interna en ese momento no es reconocible y D significa la masa esta degenerada.
La segunda letra (que también va de la A a la D) hace referencia al trofectodermo (que dará lugar a la placenta y a las membranas amnióticas). La letra A y B indican una buena calidad de las células (la diferencia radicará en el número que las componen), la C indica la existencia de células alargadas y sin distribución homogénea; y la D la presencia de células degeneradas.
Así un embrión clasificados como BT 4AB indicará un embrión en estadío de blastocisto con inicio de eclosión y con una masa interna y trofectodermo de buenas calidades. La trasferencia de embriones de peores calidades no significa que no vayan a generar embarazo, sino que su probabilidad es menor.
Actualmente parece que es más importante a la hora de la implantación embrionaria la presencia de buenas calidades en el trofectodermo que en la masa interna, algo que tiene toda la lógica, ya que va ser el trofectodermo el que inicie el reconocimiento entre el embrión y el útero materno.