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Ina e Isra dejan claro que hablar sobre infertilidad no debería ser un tabú

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Una de las historias de pacientes más sonadas de Tambre es la de Ignacia e Israel, con quienes hemos construido una relación tan bonita, que para nosotros ya son Ina e Isra. La pareja llegó a nuestra clínica en septiembre de 2018 en busca de respuestas que no habían obtenido durante su andadura por los hospitales de la Seguridad Social. La primera vez que nos contaron su historia, relataban que su proceso había sido complicado y habían tenido que superar muchos baches. A Isra, que padece oligoastenoteratospermia, le decían todo el tiempo que era imposible llevar a cabo un tratamiento con su semen, que era necesario recurrir a una muestra de donante.

Negados a perder la esperanza, decidieron pedir una segunda opinión en nuestra clínica y desde el primer momento sintieron la ilusión de que no estaba todo tan perdido. Su doctora, Laura García de Miguel, estudió su caso de forma personalizada desde el principio y decidió ponerlo en común con el Dr. Ricardo Navas, urólogo de Clínica Tambre. Por primera vez, sintieron algo de esperanza: “No nos dijeron que al 100%, no nos vendieron la moto, pero sí que nos dijeron: vamos a intentarlo y a ver qué podemos sacar”, nos cuentan. Así fue como su tratamiento se basó en una técnica ICSI con biopsia testicular (TESA) y consiguieron lo que más soñaban.

Vinieron a visitarnos cuando Ina estaba embarazada para contarnos toda su historia, cómo habían llevado el tratamiento y qué impresiones tenían del centro y de su doctora, Laura García de Miguel. Unos meses más tarde, volvieron a la clínica a presentarnos a su bebé, Enzo, y fueron protagonistas del reportaje que Telemadrid hizo sobre Tambre en el programa matutino Salud al Día.

Ina Isra Laura

¿Por qué nadie habla de su dificultad para concebir?

Poco a poco nos fuimos dando cuenta de que siempre que coincidíamos con Ina e Isra, acabábamos hablando del tabú que supone la reproducción asistida hoy en día en la sociedad. Es por ello por lo que se han reunido con nosotros una vez más para compartir su perspectiva. Desde Tambre creemos fehacientemente que la transparencia y honestidad que les caracteriza puede aportar mucho a otras mujeres y a otras parejas.

Ina, hablando desde su experiencia, confiesa que a quien recibe un diagnóstico de infertilidad le da vergüenza hablarlo porque a veces hay personas que miran mal o tienen reacciones desafortunadas. Isra opina también que a veces es una cuestión generacional, que las personas de edad más avanzada no entienden los procesos innovadores actuales y por ello tienden a rechazarlo. Sin embargo, reconoce también que a las personas más jóvenes les cuesta mucho tratar el tema fuera de su entorno más cercano.

Ina e Isra, una inspiración para otras parejas

Las situaciones mencionadas en el anterior párrafo, lejos de propiciar que la pareja deje de contar su historia, tienen el efecto contrario en ellos: si se habla, se normaliza. “Nosotros no tenemos ningún problema en hablarlo”, explica Isra. De hecho, desde que se embarcaron en su aventura Tambre, no paran de informarse sobre reproducción asistida y hablan de su tratamiento con sus conocidos y en comunidades online. Bajo el lema “hoy me ha pasado a mí, pero mañana puede pasarle a otra persona”, están muy comprometidos con ayudar a quienes les venga bien una dosis de apoyo.

Ina e Isra quieren animar a aquellas parejas que no encuentran el embarazo a no tener vergüenza y a no sentir temor. En temas de reproducción asistida, preguntar es clave porque la información es poder. Los pacientes cuentan con infinidad de técnicas, tecnologías, recursos y expertos que tarde o temprano harán que llegue el bebé que tanto desean.

Hace ya 10 años que los expertos anunciaban que unas 800.000 parejas españolas tenían dificultades para concebir y según las últimas investigaciones, este número sigue creciendo. Nos podría pasar a cualquiera, y como sociedad tenemos que acabar con el estereotipo de que la infertilidad nos haga menos hombres o menos mujeres y con los sentimientos de pudor y baja estima. “El miedo tienen que dejarlo fuera de la clínica. Hay que entrar con toda la convicción el mundo e intentar tirar para adelante.”, recalca Isra.

Ina e Isra nos han confesado que en no mucho tiempo volverán a visitarnos con el propósito de darle un hermanito a Enzo. ¡Os esperamos, familia! Muchas gracias por vuestra valentía y sinceridad.

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